Hojas simples, de 30-50 × 2-4 cm y 2 cm de grosor, dispuestas en roseta basal, cóncavas por el haz y convexas por el envés, crasas, de color verde oscuro, de superficie lisa, con el margen provisto de dientes dirigidos hacia el ápice y punta aguda.
Inflorescencias de unos 80 cm, formada por racimos densos, generalmente arqueados.
Flores de 3-4 cm, hermafroditas, pedunculadas, de color rojo; periantio petaloideo, formado por 6 tépalos soldados formando un tubo; 6 estambres que sobresalen de la envuelta floral; ovario súpero.
Fruto en forma de cápsula alargada de paredes poco consistentes.
Foto: Carlos Romero Zarco, 2005
Observaciones.- Su nombre procede
del griego aloe, traducido más tarde al latín.
En condiciones favorables, puede florecer durante todo el año. Los áloes se utilizan en la medicina desde hace mas de 2.000 años. El interior de las hojas contiene una savia lechosa, de consistencia gelatinosa, muy característica de este género. El gel extraído de sus hojas contiene diversos elementos (aloína), que actúan como favorecedores de la cicatrización. Muy conocida por sus aplicaciones sobre la epidermis ayudando al tratamiento de quemaduras, acné, picaduras de insectos, etc... la lista es interminable.
En condiciones favorables, puede florecer durante todo el año. Los áloes se utilizan en la medicina desde hace mas de 2.000 años. El interior de las hojas contiene una savia lechosa, de consistencia gelatinosa, muy característica de este género. El gel extraído de sus hojas contiene diversos elementos (aloína), que actúan como favorecedores de la cicatrización. Muy conocida por sus aplicaciones sobre la epidermis ayudando al tratamiento de quemaduras, acné, picaduras de insectos, etc... la lista es interminable.
