EVALUACIÓN

 

Siendo quizás uno de los procesos más complejos dentro de la docencia, hemos de decir que cuando se realizan evaluaciones respecto a normas y criterios, se efectúan comparaciones entre, resultados obtenidos y esquemas previos, que tienen por objeto comprobar que grado de cumplimiento se ha obtenido en los objetivos que se establecieron con anterioridad. La evaluación, como ya hemos dicho en apartados anteriores, es una actividad sistemática y continua que, integrada en el proceso didáctico tiene por finalidad, no sólo conocer, juzgar y mejorar el progreso de los alumnos (evaluación formativa), sino observar la marcha y efectividad de dicho proceso.

Esta evaluación, cuando de conocimientos se trata, admite una valoración cuantitativa que no puede aplicarse en los casos en los que lo que se evalúa son habilidades o aptitudes, donde dicha valoración solo puede ser de tipo cualitativo. Nosotros consideramos que además de "juzgar", la evaluación debe "orientar" al alumno para que consiga sus objetivos, por lo que ésta debe ser de tipo continuo y permitir, no sólo "catalogar" al estudiante, sino ver qué elementos de los que se encuentran dentro de nuestro programa y actividad didáctica funcionan o cuales deben ser modificados y por qué.

En el apartado dedicado a la evaluación en general, nosotros describíamos distintas pruebas a través de las cuales dicha evaluación podría efectuarse. Como pudimos comprobar que no existía una prueba que fuera lo suficientemente demostrativa, objetiva y amplia, llegamos a la conclusión de que lo que podría favorecer la evaluación en nuestra asignatura era una combinación de las mismas que nos permitiera tanto en el ámbito cognoscitivo como en el afectivo y psicomotriz, ser lo más objetivos posible y por lo tanto justos.

No somos partidarios de que la evaluación en nuestra asignatura sea exclusivamente un examen. Los exámenes solo constituyen una alternativa que muchas veces deriva de la imposibilidad de conocer a los alumnos (lo que no es nuestro caso) y su capacidad para desenvolverse. Pero ante la existencia de un programa teórico, su existencia debe ser admitida aunque con determinadas peculiaridades en el contexto general de la evaluación.

Siendo nuestra asignatura eminentemente clínica, y aunque en ella se dan lecciones, se establecen seminarios y se realizan sesiones clínicas, la mayoría del tiempo se dedica a las prácticas en gabinete, donde el alumno pone en juego sus conocimientos y habilidades integrando teoría y práctica en lo que va ser su futura actividad profesional. Desde este punto de vista pues, nuestra evaluación no puede ser de otra manera que dinámica ya que debe adaptarse a todas las circunstancias que pueden derivarse del proceso teórico y práctico del aprendizaje; continua, porque ha de efectuarse desde el primer contacto con los alumnos; las prácticas comienzan desde el primer día; las actitudes y aptitudes y su labor clínica diaria, junto a sus trabajos en seminarios y sesiones, quedan reflejados en sus correspondientes fichas y todo ello, desde el inicio del curso a la finalización del programa; e integrada, porque pretendemos valorar al unísono y en la proporción que consideramos eficaz, los conocimientos teóricos, las actitudes y las habilidades o destrezas en la actividad técnica, desde un punto de vista global y equilibrado, en cada una de las parcelas.

Con estas directrices generales, en lo que respecta a la valoración del programa teórico y siguiendo las directrices de la Junta de Centro será obligatoria la asistencia a clase en el 50% de las mismas; su pequeño número de lecciones nos permite la evaluación a través de un examen final. Examen final, cuya modalidad será de tipo combinado y en el que habrán preguntas de respuestas cortas y abiertas (PRAC) que exigen el conocimiento preciso de conceptos que se han de tener claros, y preguntas de respuestas múltiples, objetivas y fácil de calificar, que consistirán en la elección de la respuesta correcta, entre cinco propuestas (PEM) .Las preguntas negativas no restaran puntos.

Las PRAC no solo pueden referirse al contenido de las lecciones explicadas en el temario, sino que pueden estar referidas a los temas expuestos en seminarios y sesiones clínicas, por lo que pensamos que vamos a facilitar la obtención de una visión más integral de la signatura evitando, en lo posible, el que el alumno estudie fijándose únicamente en aspectos puntiformes para test que muchas veces sitúan los conceptos en el área de lo anecdótico.

Nosotros hemos establecido una valoración en la que, el programa clínico-práctico representa el 60 % de dicha evaluación; un 25 %, el examen teórico; un 10 % a las sesiones clínicas y el restante 5% como valoración subjetiva del equipo docente de la actitud y la aptitud del alumno. Es obligatorio aprobar por separado las parcelas de teoría y prácticas para obtener el aprobado final.

La evaluación de la actividad práctica cobra un gran valor en la Odontología en general y en nuestra asignatura muy particularmente. Esta evaluación de habilidades prácticas, relacionadas con la teoría, exige la observación constante y directa por parte del equipo docente. A través de ella, dicho equipo, establecerá un juicio sobre la capacidad y actitud de los alumnos; su nivel deontológico y ético; sus reacciones ante problemas complejos o no y su habilidad para resolverlos; y ello, porque en la actividad diaria que supone una clínica dental, todos y cada uno, son parámetros que, íntimamente relacionados, se ponen continuamente en juego.

La puntuación total del alumno en práctica-clínica, se obtiene efectuando la media de los trabajos realizados durante el curso, teniendo siempre en cuenta la habilidad que teóricamente los alumnos deben poseer de cursos anteriores y los parámetros citados anteriormente.

Es obligatoria su asistencia, sólo se admiten un 10% de faltas justificadas (3 prácticas). Los alumnos que no aprueben las prácticas en junio tienen derecho a realizar un examen práctico en las convocatorias extraordinarias. Los aprobados en prácticas serán validos hasta septiembre, pero sujeto a posibles variaciones, según normativas vigentes en el Departamento de Estomatología.

El examen teórico tendrá lugar durante el mes de Junio. Como hemos mencionado, en parte será tipo test y en parte de preguntas cortas elegidas dentro del temario explicado. Su objetivo es forzar al alumno a integrar conocimientos en el paciente infantil.

El parcial teórico será valido hasta junio, el final teórico hasta septiembre. Cuando queden 3 asignaturas o menos para terminar la carrera: hasta diciembre. Pero igualmente sujeto a posibles variaciones, según normativas vigentes en el Departamento de Estomatología.

Las sesiones clínicas se valoran según su presentación y método de razonamiento lógico dentro del caso.